En Nadie se va a reÃr, Juan Soto Ivars narra las descacharrantes aventuras de Anónimo y su grupo, sus incontables burlas y su particular filosofÃa, destinada a combatir la autocomplacencia. Ofrece con ello una disección implacable del circo sensacionalista y una inquietante reflexión sobre la epidemia de propaganda, moralismo y literalidad que impide que tanta gente interprete ciertos mensajes complejos y sutiles cuando resultan incómodos para los dogmas de su tribu.
Este chaval pasó a los sucesos de actualidad por la creación de la web del tour de la manada, un recorrido ficticio por los lugares que visitaron los cinco MIERDAS que violaron durante los San Fermines a una muchacha. La web buscaba provocar, por supuesto, pero retorciendo de manera satÃrica lo que habÃan hecho ya los carroñeros medios de comunicación, cubriendo cada aspecto de la noticia con fruición de chacal sin dejar ni un solo mililitro de sangre que exprimir del caso. Homo Velamine buscaba colocar a los medios en la picota, pero lo único que consiguieron fue echarse una soga al cuello que le costarÃa a Anónimo su trabajo, su economÃa, su familia y su salud. Porque los medios recogieron la noticia y la vendieron como si el tour existiera de verdad, y a su creador como un monstruo abominable que estaba haciendo befa de la vÃctima, cuando su crÃtica iba dirigida, precisamente, a ellos, los medios de comunicación. Asà es cómo se destruye una vida.
Entretenido, bien escrito, y con muy buenas reflexiones, engancha y hace pensar, aunque es inevitable cerrarlo con pesimismo al ver en lo que se han convertido los medios y la sociedad. Me pasa un poco como ya escribà acerca de : este tipo de libros deberÃan ser un toque de atención para cambiar el rumbo, pero está todo tan sumamente desquiciado que cualquiera que pueda darse por aludido los ignorará, en el mejor de los casos, o echará a sus autores a la hoguera sin reflexionar (para no cambiar el modus operandi habitual).
Nadie se va a reÃr es uno de ellos, una historia (real) de esas que queman, de las que nadie se atreve a contar.
'Anónimo' es un idealista que dedica su tiempo libre a organizar acciones ultrarracionalistas junto a otros compañeros de su misma ralea. Básicamente, trata de meter el dedo en la llaga del fanatismo. Son acciones que podrÃan verse como simples gamberradas con más o menos trasfondo, hasta que escalan a su obra culmen. La más sutil, directa e inteligente. La que acabará con ellos.
Esta amnesia repentina no fue casualidad. Detrás de ese falso Tour (que nunca existió), estaban 'Anónimo' y compañÃa, y la verdadera razón de esa acción era la de poner frente al espejo el sensacionalismo de los medios. Cayeron todos. Los que llevaban meses creando mapas interactivos sobre el recorrido que llevó a cabo La Manada, ahora se echaban las manos a la cabeza porque otros estaban haciendo lo mismo que ellos (por cierto, a diferencia la prensa, sin animo de lucro). Cuando la web anunció sus verdaderas intenciones, nadie rectificó y siguieron con su circo en otro lado.
Es una lectura de esas que te deja un regusto amargo, pero deja reflexiones muy interesantes sobre la importancia de la agenda polÃtica en la vida cotidiana, o el determinante papel de los medios de comunicación.
Homo Velamine, impulsado por el joven Anónimo GarcÃa y un pequeño grupo de colaboradores, fue una asociación ultrarracionalista que desplegó su alocada y crÃtica actividad a lo largo de las calles y las redes españolas, usando la ironÃa como arma principal. Esta es la historia completa de Homo Velamine, porque principalmente recoge con muchos detalles su punto final al enfrentarse al juicio por una web que ofrecÃa el falso Tour de la Manada.
Es, por tanto, un libro sobre el mÃnimo auge y consistente caÃda del minúsculo colectivo Homo Velamine, dejando simplemente como recuerdo el juicio en torno a los difusos lÃmites de un acto irónico.
El tour de la Manada fue distinto. Como al resto de la población, me llegó por los medios sensacionalistas. Los mismos medios que ganaban minutos sembrando sospechas sobre el comportamiento de la vÃctima esa noche; los mismos medios que emitÃan audios, recreaciones; los mismos que hasta se habÃan mostrado ufanos repitiendo que ellos habÃan tenido “acceso exclusivoâ€� al video de aquella nocheâ€� Esos mismos medios ahora escenificaban en directo una opereta sobre la indignación y la repulsión que les producÃa que alguien se lucrase con el morbo. Ninguno pareció notar que esa información, toda esa carnaza expuesta para festÃn de buitres, era la misma información que ellos habÃan fagocitado durante meses. Eso, o no les importaba.
Con respecto al autor, me cuesta encontrar palabras para definir cuánto he disfrutado con su estilo. El tono con el que escribe, entre el humor y el escepticismo; el modo en el que controla el ritmo de la narración sabiendo cuándo plantar la expectación, cuándo acelerar o pausar el momento. No hace lo que habrÃa sido más cómodo, la simple linealidad, sino que ha sabido jugar con las regresiones, aclaraciones, incisosâ€� todo para pintar un cuadro completo y sin resquicios, el contexto y marco en el que deberÃa leerse toda obra de arte.
Espero que Anónimo pueda encontrar el modo de retomar su vida, y espero que algún dÃa el mundo no vuelva a verse libre de sus actos ultrarracionales.
Es mi primer contacto con una lectura de Soto Ivars y ha sido una gran experiencia.
Lectura rápida que ha fluido entre risas en las iniciativas de la banda y reflexión ante el desarrollo de los engendros de dogmas del nuevo milenio de nuestra sociedad española.
Me gustó más de lo que esperaba. Hay una muy buena descripción/construcción del protagonista, de algún modo ante la corriente deshumanizadora el autor lo humaniza. Además se hace ameno de leer y engancha desde el principio, y se intercala el relato con observaciones interesantes y más o menos profundas sobre nuestra sociedad, no es un libro nada banal.
En algunos momentos el autor menciona que es como si la obra del autor pudiera ser juzgada por lo que han interpretado de ella los espectadores y no por lo que querÃa expresar el autor. Estoy de acuerdo en que en el ámbito penal esto no es admisible para poder condenar a una persona, pero hay que decir que la obra deja de pertenecer al autor una vez la pone a disposición del público, por lo que de alguna manera deberÃa tomar precauciones para que las interpretaciones maliciosas como la que hace la abogada de la vÃctima de la manada, estuvieran 'blindadas' desde el punto de vista legal.
En resumen, creo que el protagonista deberÃa haber sido más precavido a la hora de dejar establecido que era una 'broma' o denuncia de la hipocresÃa de los medios de comunicación. Aún asà esto no disculpa la mala fe de la abogada Hermida, a la que creo que el autor no trata con la suficiente mala leche. Tampoco disculpa a los jueces del primer tribunal (no recuerdo si era una sola jueza o un tribunal) por no apreciar el contexto y por su cobardÃa más que probable.
El libro se desarrolla como una reflexión incómoda sobre los lÃmites del humor, la libertad de expresión y la fragilidad del lenguaje. Lo que empieza como una crÃtica termina devorando al crÃtico, en un mundo donde el contexto ya no importa tanto como el impacto inmediato.
Hay momentos donde ni la verdad ni la intención bastan. Y sin embargo, seguimos buscando cómo decir lo que sentimos� sin que el mundo nos cierre la boca antes de terminar la frase.
Cuánto me ha gustado esta lectura, al mismo tiempo que me ha horripilado el objeto con el Juan Soto Ivars escribe sus páginas.
Es fascinante, pero realmente fascinante, lo idiotas que podemos llegar a ser los seres humanos. Siendo los occidentales los que nos llevamos la palma de esa imbecilidad. Ivars nos lanza a la cara esta gruesa verdad en repetidas ocasiones, haciendo uso de una prosa muy destornillante. Mezcla, con mucha gracia, la seriedad de lo que cuenta con la ironÃa que anda buscando.
Sólo puedo darle las gracias por hacer que me revuelva en mi asiento, riendo y alucinando, todo a partes iguales. Si el futuro lector no está dispuesto a que le narren la realidad de su sociedad, de su vencindario, o de su familia, que no se lance con este ensayo de ciencia ficción. O mejor, ¿de fantasÃa?
La historia de Anónimo pasará a la historia como la de una jueza que deliberadamente decidió ignorar toda la obra artÃstica previa de Ano. Una sentencia que no incluye la palabra Homo Velamine y que incluye una única vez la palabra ironÃa y en un contexto ajeno a la obra, en lo que a todas letras es un juicio a la ironÃa. Esperemos que el Tribunal Constitucional haga justicia, aunque las ojeras ya nadie se las va a poder quitar. #FreeAno
(Juan Soto Ivars, como de costumbre, excelente)
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Extraordinaria crónica de Juan. Muy bien contextualizada toda la acción ultrarracionalista de Homo Velamine, y muy bien expuesto todo el lamentable proceso judicial de Anónimo GarcÃa.
Brutal la historia y más si te acercas a ella sin saber nada de ella, como va avanzando y como esta sociedad está realmente enferma. Gran libro desnudando el buenÃsmo hipócrita y el neopuritanismo de los antaño defensores de lo contrario.
Increïble que algú que no ha sabut explicar en un judici tot el que li passa pel cap acabi condemnat a 18 mesos i multa de 15.000� a banda de totes les despeses que ha tingut.
Lectura recomanada per tenir l'altre punt de vista de la societat.
Un pesado de libro que narra la increÃble injusticia que ha tenido que vivir Anónimo GarcÃa. Me ha sorprendido gratamente lo bien que escribe Soto Ivars.
Primer libro que leo de este profesional y me parece fascinante como lo cuenta todo. Mucho detalle y se nota que hay mucha investigación detrás de este libro de un caso mediático
Fantástico libro siempre y cuando te interese la trayectoria de Homo Velamine, porque si vienes a este libro por la historia del juicio avisado quedas de que eso ocupa la menor parte del texto.
Una aguda mirada sobre un despropósito y como funciona nuestro sistema judicial.... ¿Cuantos más habrá asÃ, en los que nadie haya puesto sus ojos?...