"Asesino Real, 2da novela de la trilogía de los Vatídico.
Traspié logró sobrevivir al atentado contra su vida de manos de, je, Kettriken y Regio en el reino de la montaña. Pero ahora se ve obligado a regresar para atender asuntos más importantes. Los corsarios de la vela roja asedian las costas de los Seis Ducados, y su Rey esta en las últimas, por lo que debe anteponer el deber ante su vida.
Esta novela es perfecta, densa, devastadora, cruda. Traspié se ve envuelto en intrigas y momentos de tensión que lo obligan a tomar medidas drásticas, ateniendose a las catastróficas consecuencias. La trama ocurre casi enteramente en Torre del Alce, pero Robin Hobb la lleva de una forma que no se hace, curiosamente, densa como dije antes. Es una densidad atrapante, que te mantiene en vilo hasta tener que leer otro capítulo, y otro.
Asesino Real impone a lo largo de la saga el tono de la historia, ya empezas a ver que no siempre habrá un final feliz, sino un final, con consecuencias. Pero AHH, como amo esta saga, y no por nada la estoy releyendo.
La busqueda del Asesino la dejaré para más tarde. quiero leer otras cosas para reponer energías. La recomiendo fervientemente, más ahora que en españa traeran unas ediciones poderosas. y nunca lo olviden:
Los lobos no tienen rey."

"Empiezo la reseña diciendo que el final me ha gustado, por lo que ahora mismo no me siento tan frustrada y hastiada con este libro, pero cada una de las páginas para acabarlo han sido una tortura que he alargado tres meses y a través de la cual he subsistido por pura cabezonería.

Nadie nunca ha necesitado tan desesperadamente un editor como este señor. De las 1.400 páginas del libro, 700 podrían haber simplemente no existido y la trama no se hubiera visto alterada en absoluto. Y no es que las haya empleado en construcción de personaje, lo cual yo hubiera agradecido, o en exploración de los temas subyacentes (uso subyacentes de manera bastante liberal, pues todos los temas están en la pura superficie y nada más). Son una amalgama de intentos de humor y de "momentazo épico" que no denosta otra cosa más que que el autor debería pasar menos tiempo en foros de Reddit dedicados a él.

Por otro lado, la prosa es simple y llanamente mala. Pueril. No hay ningún personaje con voz propia, todos hablan con el mismo vocabulario Gen Z (sí, incluso los personajes que llevan vivos milenios) y un intento extraño de desafección irónica que no funciona ni el autor sabe llevar de manera que no sea irritante. El uso constante de lenguaje que atañe a la salud mental y conceptos modernos de terapia psicológica es simplemente demencial, no he visto nada así ni en libros que no pretenden destacarse por un worldbuilding impecable incluso a nivel sociolingüístico. Ah, y que alguien le pida, por favor, que deje de usar la cursiva y construir énfasis a base de puntuar las frases Tal. Que. Así.

De lo que más quiero hablar es de lo mal escritos que están todos y cada uno de los personajes. Se convierten en una sombra de sí mismos, unidimensionales por completo, y sólo hay un aspecto de cada uno que se les permite mostrar. La caracterización sufre por lo mismo que todo el libro, y es una falta de pensamiento de cómo la historia quiere ser contada y, por tanto, una falta de confianza de la capacidad de la obra para transmitir la trama. Kaladin, específicamente, es casi criminal como está llevado durante el libro, hasta me hizo desear que directamente muriera para no tener que leerlo más.

Eso me lleva al siguiente punto: la repetición constante, recalcitrante, de cada uno de los puntos que el libro intenta hacer. La sobreexplicación de cada una de las decisiones de todos los personajes y de la trama en sí misma, ya sea estilística o narrativa, que intenta justificar su existencia repitiendo una y otra vez los razonamientos detrás de sí mismas, hasta el punto de entorpecer la lectura y de resultar aburridas e irritantes.

La estructura externa en diez días no ayuda, pues el libro trata de construir un efecto de build-up constante hasta un punto único de liberación de la tensión que no está en absoluto conseguido, y entorpecido en cada capítulo por las sobreexplicaciones de todo. Cada vez que la narrativa consigue algo de inercia, cambia de personaje y lo destruye, haciendo que muchos segmentos se sientan descolgados e inútiles.

Rompo una lanza a favor del libro, porque no puede ser todo terrible, para decir que aún sabiendo lo que pasaba al final, consiguió sorprenderme de manera positiva, por lo que se lleva 2 estrellas en lugar de 1.

En fin, qué decir. Cada día más convencida de que la producción masiva es la antítesis del arte, que es lo que le está pasando a estos libros -- cada día menos libros, y más producto comercial. Qué pena que un hombre tan consumido por su propia obra no sepa ver esto."