Noemí JR is finished with El Rey del Sombrío Invierno

"Ha sido una lectura rápida y entretenida, lo que pasa que me ha faltado cositas y no visto tanta química entre los protagonistas y más que suelo leer historias de este tipo y en esta me ha parecido muy light.
Lo que si me intriga es la historia de unos de los personajes secundarios.
En general no ha estado mal"

"Quiero comenzar diciendo que he decidido no leer ningún otro libro de Alice Kellen porque soy de esas personas que NO pueden separar al autor de su obra. En este caso, cinco de mis amigas tuvieron una muy mala experiencia con Kellen en cuanto a su calidad humana, al igual que muchas de sus fieles lectoras en Chile.

Sé que me estoy metiendo en terreno peligroso ya que tiene fanáticas que están completamente desquiciadas y cuyo fanatismo les nubla el juicio al punto de atacar a cualquiera que no la idolatre. Por eso quiero adelantarme y decir que a mí me gustaba mucho Alice Kellen, al igual que a todas las personas que asistieron al evento del jueves 8 de mayo de 2025. Yo iba a participar en su charla, pero llegaría más tarde ya que soy profesora y no puedo simplemente decirle al colegio que no daré clases para hacer una fila. Por eso, mis amigas llegaron a las 6 de la mañana al Teatro Oriente de Providencia para apartar un lugar y hasta me tenían reservado un puesto (cabe mencionar que la charla era a las 6 de la tarde). Ese día llovió a chuzos sin parar y hacía muchísimo frío; todas las personas que hicieron la fila se mojaron, se congelaron y varias terminaron resfriadas.

La organización se portó fatal. Mientras todos los encargados estaban adentro, resguardándose de la lluvia, las fanáticas de Kellen seguían mojándose afuera. No entregaron números (algo que sí se hizo en eventos de Megan Maxwell y Elísabet Benavent), lo que generó caos, intentos de colarse y hasta peleas en la fila. Además, los organizadores fueron irrespetuosos, groseros, empujaron a algunas lectoras y les gritaron. Para empeorar las cosas, abrieron las puertas muy tarde. En casi todos los eventos similares se abren con casi una hora de anticipación, pero en este caso se demoraron bastante, lo que fue especialmente grave considerando que la gente seguía empapándose.

Yo no alcancé a llegar por la lluvia y mis amigas decidieron ceder mi número de firma a otra persona para que no se perdiera la experiencia. Sin embargo, la organización ignoró completamente el registro de números que las propias lectoras habían creado para evitar que otros se colaran, así que ni siquiera pudieron regalar ese puesto (insisto: los encargados fueron prepotentes, desorganizados y estaban claramente mal preparados). Sé que eso no es culpa directa de Alice Kellen, pero me parece importante dejar constancia.

Ahora bien, sobre Alice Kellen, solo puedo decir que me decepcionó profundamente. Me añadieron a un grupo de WhatsApp con las primeras personas de la fila, ya que se suponía que yo iba a llegar, pero al final no lo hice. Por eso no solo me baso en los testimonios de mis cinco amigas, sino también en los de más de cuarenta personas (además de muchas otras que vi dejando comentarios en Instagram con críticas similares a las que aquí expongo).

Durante la entrevista, Alice Kellen se mostró muy fría. Se notaba que no quería estar ahí y eso es algo que no tolero de una profesional. Pensemos en este escenario: personas que estuvieron por horas bajo la lluvia, muertas de frío, con hambre, con ganas de ir al baño y que ni siquiera pudieron sentarse porque el suelo estaba mojado, todo para ver a una autora que se muestra distante, fría y completamente desconectada del momento. Es cierto que el presentador no ayudó: claramente no había leído sus libros, no sabía qué preguntar y fue cero profesional. Pero Kellen tampoco puso de su parte: respondía de forma cortante, con desgano y la entrevista duró menos de 40 minutos. Fue terrible.

Luego vino lo peor: la firma de libros. Alice Kellen se portó como una diva. Se negó a que alguien la abrazara, la tocara o siquiera se acercara demasiado (cuando todos los autores anteriores, al menos con los primeros números, ofrecían un abrazo o un gesto más cercano). No habló con nadie, fue extremadamente cortante: solo tomaba el libro, lo firmaba y listo. No sonrió en ningún momento. He visto más de veinte fotos con distintas personas y en todas aparece con la misma expresión seria, de rechazo, incluso de asco. Es evidente que solo quería irse lo antes posible.
No puedo creer que una autora se muestre así con personas que hicieron hasta lo impensado por conocerla. Lo mínimo que se espera es una sonrisa o un gesto de gratitud, pero nada de eso ocurrió. Fue una falta de respeto para todas las que sacrificaron tanto tiempo, comodidad y salud para verla, no costaba nada ser cortés y amable.

Quiero recalcar que justo días antes habían venido Megan Maxwell y Elísabet Benavent, dos autoras que se mostraron felices, entusiastas y encantadoras en todo momento. Ambas estaban impactadas por el cariño del público chileno. Ambas abrazaron a sus lectoras, conversaron con ellas (yo hablé como dos minutos con Megan y me tomó de la mano siendo que yo era la número 200) y no pararon de sonreír. Incluso, Megan firmó a las 850 personas que estaban en el recinto. Terminaron echando a todos del lugar y ella siguió firmando en plena calle hasta como las 4 de la mañana. Una actitud profesional y agradecida, completamente opuesta a la de Alice Kellen.

Si una autora es fría, distante y cero carismática, no entiendo por qué hace una gira. Si va a estar toda la presentación y toda la firma con cara de pocos amigos, mejor que no venga. Te termina decepcionando como profesional, pero también como persona porque esto va más allá de lo profesional: cualquier ser humano con un mínimo de empatía se sentiría agradecido y hasta conmovido por el cariño de sus lectoras, pero nada de eso pasó. A Alice Kellen no le importó que sus seguidoras se mojaran y pasaran frío. Solo quería irse, sin el más mínimo intento de disimularlo. Siempre con el mismo rostro serio, distante y desagradable, fue una completa falta de respeto a sus lectoras."