More on this book
Community
Kindle Notes & Highlights
—No cedas ante ellos —me advirtió carraspeando mientras se aferraba a mi mano con una fuerza que me sorprendía que aún poseyera�. Prométeme que� nunca� vas a ceder ante ellos. —¿Ceder ante quién, abuelo? Jadeando y resollando en busca de aire, me miró directamente a los ojos, verde frente a verde, y susurró: —Ante los demonios que tu padre te ha metido en la cabeza.
Marie Saldana liked this