—No cedas ante ellos —me advirtió carraspeando mientras se aferraba a mi mano con una fuerza que me sorprendÃa que aún poseyeraâ€�. Prométeme queâ€� nuncaâ€� vas a ceder ante ellos. —¿Ceder ante quién, abuelo? Jadeando y resollando en busca de aire, me miró directamente a los ojos, verde frente a verde, y susurró: —Ante los demonios que tu padre te ha metido en la cabeza.
Marie Saldana liked this